El cuidado de la piel es fundamental, ya que la piel es el órgano más extenso del cuerpo. Muchas veces nos olvidamos de su función y achacamos su cuidado a meras cuestiones estéticas, sin tener en cuenta su función como órgano vital. Antes de hablar de su cuidado, es importante saber que está formada por tres capas diferentes:
- Epidermis: capa externa, que se considera la cubierta de protección externa
- Dermis: es considerablemente más gruesa que la epidermis, responsable de la elasticidad y fortaleza de la piel
- Hipodermis: es la capa más interna, protege el tejido muscular y aislan el cuerpo de las temperaturas externas
Entre sus funciones, este órgano es el encargado de ser una barrera para los productos químicos nocivos, los microorganismos dañinos, las radiaciones solares y las temperaturas. También ayuda a mantener el balance hídrico del cuerpo y es el encargado de la percepción del tacto.
¿Qué cuidados debe tener la piel?
En función de tu tipo de piel (seca, grasa o mixta), es necesario aplicar unos cuidados específicos u otros. Otros muchos factores afectan al estado de nuestra piel, como nuestra edad, el sexo, los factores medioambientales, etc. Además, no todas las pieles son iguales, los tratamientos variarán en función de si la persona tiene acné, hipersensibilidad u otras patologías como la atopia.
Cuanto antes comiences a preocuparte por tu piel, antes te lo agradecerá con un aspecto nutrido y fresco.
Consejos para una piel sana
Estos son algunos consejos para tener una piel sana y con buen aspecto:
- Higiene diaria del rostro: lavar dos veces al día la cara te ayuda a eliminar las toxinas que están presentes en el entorno y te ayuda también a quitar los restos de maquillaje.
- Nutre la piel: hidratar la piel de forma correcta es fundamental para la elasticidad de la misma. No solo debes hidratar el rostro, sino la de todo tu cuerpo.
- Beber agua de manera abundante: el agua mantiene la piel hidratada y te ayuda a eliminar toxinas, además de que contiene vitaminas y minerales. Es recomendable beber agua con frecuencia, sin esperar al punto de «tener sed».
- Protección solar todo el año: la fotoprotección es importante, especialmente en verano, pero es un error olvidarnos de ella en invierno. Es en el rostro donde más frecuentemente aparecen lesiones provocadas por el sol, como manchas o heridas, habitualmente en la nariz y labios, por lo que es importante siempre llevar puesto un SPF alto.
- Aparición de manchas: vigila la aparición de manchas y mantente alerta con las pigmentaciones, especialmente si aprecias cambios de tamaño o de color. Puedes prevenir la aparición de manchas utilizando SPF todos los días e hidratándote la piel.
- Cuida tus manos: las manos están expuestas a todo tipo de actividades y sustancias, especialmente ahora con los geles hidroalcóholicos, por eso es importante mantenerlas hidratadas constantemente.
Tratamientos
Algunos tratamientos que pueden ayudarte a reforzar el cuidado de tu piel de vez en cuando, son las toxinas botulínicias o las vitaminas faciales.
Las vitaminas faciales tienen una concentración de principios activos mucho mayor que las cremas comerciales, por lo que este procedimiento te dotará de luminosidad e hidratación que tu piel necesita de forma directa. Mientras que los tratamientos con toxina botulínica, no solo disminuyen la contracción de los músculos faciales temporalmente, sino que también te ayuda a corregir arrugas, dejándote una piel tersa y tonificada.
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